Mi experiencia en el circuito deportivo de Kobe: entrenamiento en el Sport Kart y el K100

El circuito deportivo de Kobe es uno de esos lugares que te desafían como piloto, especialmente cuando compites en categorías como el Sport Kart y el K100 . Tuve la oportunidad de competir en ambas categorías, donde la competencia no solo depende de la habilidad del piloto sino también de las condiciones de la pista.

Sport Kart y K100: diferentes retos, mismo objetivo

Competir con el Sport Kart y el K100 en Kobe no es tarea fácil. Ambos karts requieren precisión y velocidad, pero lo que realmente marca la diferencia es el tiempo que puedes conseguir por vuelta. En el caso del K100 , por ejemplo, era crucial disponer de tiempo suficiente en la pista para encontrar mi ritmo. Sin embargo, la dificultad aumentaba cuando las condiciones de la pista no eran las ideales.

Tiempos difíciles para alcanzar el éxito: la vía fría

Uno de los mayores retos a la hora de competir en el Kobe Sports Circuit era que la pista estaba a menudo fría, lo que hacía casi imposible conseguir los tiempos de vuelta que necesitaba para seguir siendo competitivo. Los neumáticos no conseguían alcanzar la temperatura óptima de trabajo, lo que afectaba al agarre y, por tanto, a mi velocidad. En esos momentos, aunque intentaba controlar cada curva y trazar las mejores trazadas, el reto era real: mejorar mis tiempos sin las mejores condiciones era una tarea complicada.

Poniéndolo todo en perspectiva

A pesar de los desafíos, competir con el K100 me enseñó mucho sobre paciencia y perseverancia. Lograr esos tiempos de vuelta perfectos fue un proceso que requirió dedicación, a veces esperando a que la pista se calentara antes de poder extraer todo el potencial de mi kart. Algunos días simplemente no eran míos, pero otras veces, cuando todo se daba bien, los tiempos hablaban por sí solos.

El futuro del karting en Kobe

Competir en el circuito deportivo de Kobe me ha dejado muchas lecciones y, aunque el clima y las condiciones de la pista pueden complicar las cosas, la emoción de estar al volante es inigualable. El Sport Kart y el K100 seguirán siendo un desafío para mí, pero también un lugar donde puedo seguir esforzándome y aprendiendo en cada vuelta.